domingo, 18 de octubre de 2015

Palabras a una mujer excepcional

Hola! Como andan? Espero que bien, hoy vengo a robarle un espacio a este blog, para dedicarle unas palabras a una gran mujer.

Hoy en Argentina es el día de la madre. Y quiero usar este espacio para contarles de mi mama.

En más de una ocasión les dije que el primer libro que leí fue el segundo de Las crónicas de Narnia, después de ese llegó la colección entera. Bueno, esos libros me los regaló mi mama, en realidad todos los libros que le siguieron a esos me los regaló ella. Incluso ahora, aunque una parte (no tan grande) me los compro yo, ella sigue regalándome libros.

Ella fue la primera persona que me alentó a la lectura, incluso esos libros (de los que les hablé arriba) me llegaron gracias a que ella me incentivó a preguntárselo a mi profesora de secundario. Así que si, sin su ayuda yo no tendría la biblioteca que tengo ahora.


Pero si, mi mama también es la principal colaboradora del blog, lee todas mis entradas, me ayuda a corregir algunas cosas, ella fue a la primera que le dije de la existencia del blog, porque al principio me daba un poco de vergüenza (pensé que capaz podían llegar a llamarme rara o anti-social, hoy en día, este blog lo es todo para mí), también a veces, lee mis libros y después los hablamos.

Me acuerdo de una anécdota que pasó ya hace muchos años, pero que sigo acordándome de ella con alegría. Resulta que yo quería el libro grande de Mafalda, el que tiene todas las historitas y mi mama me dijo que si aprobaba el examen que me tomaban ese día me lo regalaba, unos días después me dieron la nota y no, no había aprobado, me había sacado un 6.50, pero le dije a mi mama que me había sacado 7, quería muchísimo ese libro. No me acuerdo si después se lo dije, pero si no, mama lo siento mucho, fue una mentirita piadosa y por una buena causa. J

Otra anécdota divertida: era el día en que salía el último libro de Crespúsculo, Amanecer (si, era fanática de esos libros) y yo lo quería, pero no teníamos plata para comprarlo o eso me habían dicho, así que estuve mucho tiempo hablando por teléfono con una amiga del colegio y me contaba como era el libro, mi mama creo que me estaba escuchando. Ese día, me fui a dormir y cuando apoyé la cabeza en la almohada sentí un ruido a bolsa muy raro, ¿Adivinen lo que había debajo de la almohada? Si, ella ya me había comprado el libro y estaba ahí.

Siempre agradezco por la mama que me tocó, no podría haber tenido más suerte, aunque hay desacuerdos y peleas (obvio, como en cualquier relación madre-hija) ella es mi mejor amiga, es la persona que me apoya en todo, que me escucha hablar de libros por mas que no le interese.

Creo que es imposible devolverle a una madre las cosas que hace por nosotros. Y por eso no creo que yo pueda hacerlo, aunque me esfuerzo por intentar devolverle solo una pequeña parte de lo que ella me dio o me da. Solo puedo decir: GRACIAS!

Hay otra persona que también me ayudó a amar los libros y no quiero dejarla afuera de esto, porque fue mi segunda mama. Estoy hablando de mi abuela que amaba leer y le dedicaba todas sus tardes, a veces leía libros que yo le prestaba y le recomendaba y me encantaba después hablarlos con ella. Ella fue mi segunda mama, una persona muy importante para mí. Te amo abuela.



Espero que les haya gustado esta entrada especial!
Nos vemos la próxima!

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